Hoy he querido probar la última beta de Ubuntu, la versión 13.10 beta-2.
Me he hecho con la imagen ISO y he creado un disco USB de arranque utilizando la herramienta Universal USB Installer
He reiniciado el ordenador y he arrancado desde la USB para iniciar la instalación.
El proceso es rápido y sencillo. Detecta los discos disponibles (2 en mi caso) y la red WiFi por lo que inicio la instalación en el segundo disco (el primero es el que tiene la partición de arranque de Windows 8.
Me resultó extraño que no detectara que el disco principal tenía otro sistema operativo pero no le di mucha importancia pues iba a instalarlo en el secundario.
Después de la instalación, reinicio el ordenador y ... pues me esperaba que apareciera el GRUB -el arranque de Ubuntu- pero no es así. Arranca directamente en Ubuntu sin salir el menú de arranque dual desde el que poder elegir entre Windows y Ubuntu.
El caso es que ahora no puedo arrancar desde Windows aunque el disco principal está intacto.