¿Deseas acceder a una página que visitaste no hace mucho y ahora no está disponible?
Pues gracias a Google, podemos hacerlo a través de su caché.
Para ofrecernos resultados a las búsquedas solicitadas, Google rastrea continuamente la web analizando el contenido de las páginas y relacionando estas con palabras clave. Además, guarda en sus servidores una copia de la página tal y como estaba en el momento en el que la analizó.
Las páginas así guardadas se dicen que están almacenadas en caché.
Si por algún motivo no es posible acceder a una página, siempre podemos mirar la página que guarda Google en caché. Para ello no tenemos más que buscar la página en su buscador y junto al resultado que nos llevaría a la página, veremos que aparece una pequeña flecha a la derecha:
Al desplegarla veremos que tenemos la opción de acceder a la copia guardada en caché.
En la parte superior de la página cargada veremos un texto como este:
En él nos advierte que lo que estamos visualizando es una copia de cómo era la página el día 22 (último día que los robots de Google la visitaron) y que consecuentemente, la página podría haber cambiado.
Acceder a la caché de una página puede resultar interesante cuando la página principal ha caído y deseamos ver algún contenido que se mostraba o si queremos acceder a una subpágina que aunque no esté caída, desconozcamos su dirección pues accedíamos a ella a través de la página principal