jueves, 24 de diciembre de 2015

No puedo desinstalar aplicaciones en Windows 10

¿Tienes Windows 10, necesitas desinstalar una aplicación pero el sistema no te deja?

Windows 10 tiene un gestor propio para la desinstalación de aplicaciones o características. Está en Configuración > Sistema > Aplicaciones y características.
Desde ese panel podemos ver qué tenemos instalado y podemos Modificar o  Desinstalar los elementos que deseemos.

Bueno, esa es la teoría porque esto es lo que me ocurrió hace poco:

sábado, 12 de diciembre de 2015

Dispositivo USB no reconocido y Administrador de dispositivos parpadea

Si tienes problemas con un dispositivo USB que Windows parece no reconocer correctamente y ni siquiera te solicita la instalación de controladores, quizás tengas un problema con el controlador previamente instalado.

Asumiendo que no es problema del dispositivo o el cable utilizado, si al conectarlo a nuestro equipo escuchamos el típico ruido de conexión pero al poco escuchamos el de desconexión y esto de forma repetida, deberemos abrir el administrador de dispositivos para ver qué ocurre.

En mi caso, Windows detecta un Adapter, Interface pero al momento desaparece de la lista, volviendo a aparecer al cabo de unos pocos segundos y así durante todo el rato.



Este problema hace que no podamos desinstalar o actualizar los controladores


System and compressed memory consume demasiada memoria

¿Tienes problemas con las últimas actualizaciones de Windows 10? ¿El sistema te va más lento a pesar de seguir ejecutando las mismas aplicaciones?

Si es así, abre el administrador de tareas (Ctrl+Shift+ Esc) y mira si tienes  un proceso denominado System and compressed memory corriendo y que consume mucha RAM y CPU

Este proceso se encarga de optimizar el uso de la memoria RAM de forma que, cuando esta se está llenando, en lugar de mapearla al disco (como antiguamente), la comprime haciendo que las aplicaciones utilicen menos RAM.
Esto tiene un impacto en el rendimiento del equipo pero se supone que es más efectivo que estar trabajando con el disco duro.
El problema es que en ocasiones, a pesar de tener memoria suficiente, el proceso interviene demasiado haciendo que el consumo de CPU y RAM se dispare.