sábado, 25 de julio de 2015

Pon un restrictor en tu vida (bueno, en tu osmótica)

En un post reciente, expliqué cómo cambié la válvula de descarga al desagüe de mi osmótica (http://imahgin.blogspot.com.es/2015/05/osmotica-pierde-agua.html) ya que debido a su rotura, se producían pérdidas de agua.
Coincidió que tenía que cambiar filtros y membrana así que aproveché el momento ya que la calidad del agua iba empeorando.
El caso es que, después del cambio de todo esto, el agua continuaba sabiendo rara e iba empeorando. Con un medidor de TDS obtenía más de 200 ppm cuando debería ser cerca de 50 (el agua del grifo da más de 400)

Pensé que sería un problema de la membrana o de los filtros pero todo estaba bien montado. Como también coincidió que cambié la válvula de salida del agua rechazada, pensé que esta válvula no estaría trabajando bien y podría no dejar salir el agua de rechazo, con lo que la membrana estaría saturada.

Para ver si funcionaba bien, desconecté el tubo que va al desagüe y puse en marcha la fuente. Automáticamente salió un chorro a presión de agua por este tubo y siguió así durante unos segundos. Esto es normal, ya que la fuente realiza un flush o vaciado, para limpiar la membrana antes de iniciar la producción de agua. Al cabo de esos segundos, la membrana debería empezar a realizar su función y por el tubo de desagüe deberíamos ver salir un pequeño hilo de agua que es el rechazo.

El caso es que no salía nada por lo que, tal y como sospechaba, la membrana se saturaba al no poder expulsar el agua de rechazo.
La cuestión era, si la válvula funcionaba (ya que hacía el flush), ¿cómo debía quedar para que la membrana expulsara el agua de rechazo? Esta válvula sólo tiene dos posiciones, abierta o cerrada así que ¿cómo podía quedar semiabierta para permitir el paso parcial del agua?
Pues la respuesta es bien sencilla. NO PUEDE.

Pero entonces, ¿por qué antes funcionaba?

Comprendí todo cuando vi este diagrama resumen del funcionamiento de una osmótica: